FBI INTERCEPTÓ COMUNICACIONES DE GABO Y EL BOOM

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Apenas ahora se conocen pormenores de los seguimientos a Gabo.  Robert McLine , detective jubilado de la inteligencia norteamericana, ha corroborado lo que dicen los documentos pues coordinó personalmente tales escuchas.

“Corría el año 1961 y se prendieron las alarmas porque ese comunista alquiló un apartamento en Manhattan. Me asignaron la operación  Suck Cock. Le interceptamos el teléfono y comenzamos a monitorear sus movimientos” – Dice McLine recostado en la piscina de un hotel de La Florida.

“Conversaba habitualmente con alias Cortázar de Buenos Aires, con alias Carpentier de La Habana y alias Rulfo en México.  Las conversaciones eran cifradas por lo que un equipo bilingüe comenzó a transcribir palabra por palabra. En las primeras conversaciones tocaban el tema de una tal Virginia Woolf, entonces nos pusimos en la tarea de rastrearla. Con ese nombre podría ser un licántropo producto de los experimentos nazis. Pero nos dimos cuenta que se había suicidado en 1941. Hablaban de un tal Faulkner. Lo investigamos pero nos encontramos con un viejo borracho en Byhalia. A pesar de su deterioro lo vigilamos hasta su muerte. Solo encontramos botellas vacías,  unos libros amarillentos y un par de premios que se había ganado. También se habló de un Joyce, oriundo de Irlanda. Coincidencialmente, muerto en 1941 por lo que tratamos de cruzarlo con el suicidio de Woolf. Joyce resultó borracho y con familiares locos de manera que eso suponía un grupo con características similares.  Se hablaba de la operación Ulises. Ahí fuimos llegando al ovillo de la conspiración porque daba instrucciones precisas a una banda de alias entre los que estaban Néstor, Telémaco , Lotófagos y otros terroristas”

MacLine no quiere seguir hablando pues lo esperan unos prófugos colombianos a quienes asesora en temas de seguridad. Un periodista francés le hace caer en cuenta que se ha tomado una botella de whisky mientras lo entrevistamos, a lo que apunta inflando la papada: “Es cierto,  voy a terminar mis días como Faulkner y Joyce”