viernes, 14 de febrero de 2020

CRÓNICA DE UN PARACO ANUNCIADO


El día en que lo iban a insultar, Hassan Nassar se levantó a las 5.30 de la mañana para esperar la señal de Skype de la revista Semana. Había soñado que atravesaba el parque Panaca donde caía una llovizna tierna, y por un instante fue feliz en el sueño, pero al despertar se sintió por completo salpicado de cagada de paracos. «Siempre soñaba con chanchos», me dijo Plácida Linero, su madre, evocando 27 años después los pormenores de aquel martes ingrato. «La semana anterior había soñado que iba solo en el avión presidencial que volaba sin tropezar por entre los chavistas»

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